La torta de soya de Delcy Rodríguez

La vicepresidenta de la República denunció la retención en el Canal de Panamá de una embarcación que traía soya a Venezuela. Pero las autoridades del istmo la desmintieron pues el barco retenido era uno pesquero y no el que transportaba alimentos. No sorprende esta fake news, pues desde que comenzó el ciclo de sanciones en marzo de 2017, el gobierno de Maduro ha respondido con información falsa diversas denuncias publicadas en medios venezolanos independientes

César Batiz

A las 1:11 p.m. del día 7 de agosto, la vicepresidenta de la República, Delcy Rodríguez, publicó un tuit con una denuncia rodeada de elementos que le daban credibilidad.

Cuando posteó la información, habían pasado casi 36 horas de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, emitiera su orden ejecutiva para bloquear al régimen de Nicolás Maduro el acceso a los bienes raíces de Venezuela en el país, así como para evitar cualquier transacción entre empresas y particulares estadounidenses con funcionarios, familiares y testaferros vinculados al oficialismo. A esa hora, como aún se mantiene, no estaba claro el alcance de las medidas de la administración de Trump. Por eso, la denuncia de la vicepresidenta alertó a los medios de comunicación y a sus audiencias.

“La República Bolivariana de Venezuela denuncia ante el mundo que en este momento se encuentra retenido en el Canal de Panamá un barco que trae 25 mil toneladas de torta de soya para producción de alimentos en nuestro país, en atención al criminal bloqueo impuesto por Donald Trump“, afirmó en su cuenta Twitter la vicepresidenta.

La República Bolivariana de Venezuela denuncia ante el mundo q en este momento se encuentra retenido en el Canal de Panamá un barco q trae 25 mil toneladas de torta de soya para producción de alimentos en nuestro país, en atención al criminal bloqueo impuesto x @realDonaldTrump

— Delcy Rodríguez (@DrodriguezVen) August 7, 2019
Esa misma tarde, a las 2:36 pm la Autoridad del Canal de Panamá realizó el primero de los dos desmentidos que haría a Rodríguez. “Ningún buque se encuentra retenido como ha circulado en redes sociales durante el día de hoy”, postearon los encargados del canal en la misma red social. En cambio los panameños reconocieron que impidieron el zarpe del barco pesquero venezolano Aleta Azul, por violación de normas de seguridad.

Pese a la comunicación de las autoridades panameñas, la vicepresidenta de Venezuela insistió el día siguiente, 8 de agosto en pedir que: “Liberen los alimentos para el pueblo”. El mismo día, para cerrar la historia, los panameños afirmaron que el barco Bulktec, con carga de frijol de soya, realizó su tránsito con normalidad, a la hora prevista del Pacífico al Atlántico.

El comportamiento comunicacional de Rodríguez no es de extrañar en un gobierno que desde las sanciones en marzo de 2017, contra Tareck El Aissami, entonces vicepresidente de la República; y su presunto testaferro, Samark López Bello, se ha empeñado en señalar que las medidas tomadas desde EEUU contra funcionarios y sus cómplices, son en contra de todo el pueblo venezolano.

En febrero de este año, cuando me trasladé por tierra hasta Cúcuta para cubrir el intento de ingreso de ayuda humanitaria, un teniente que conversó con el equipo periodístico con el cual viajaba, me contó que estaba en contra de las sanciones porque perjudicaban a todos los venezolanos. Observó con extrañeza cuando le contesté, que hasta enero de ese año, las medidas emanadas por la administración Trump eran solo en contra de funcionarios y sus testaferros.

Ese mismo argumento aprehendido por el militar, usó el canciller de la República, Jorge Arreaza, para justificar que Pdvsa no haya cancelado más de 10 millones de euros para que sean atendidos los pacientes que viajan a Italia para el trasplante de médula ósea.

Desde El Pitazo, hemos realizado un seguimiento al caso del convenio y acuerdos con la asociación italiana Atmo y 11 hospitales de ese país europeo. El domingo 4 de agosto publicamos el reportaje firmado por el periodista Armando Altuve, titulado Pdvsa no firmó renovación de convenio de trasplante de médula ósea en 2018.

Al día siguiente, el director Ejecutivo de Salud de Pdvsa, el coronel Héctor Herrera Jiménez, publicó siete tuits en los cuales usó la imagen del reportaje publicado por El Pitazo el 4 de agosto, con una etiqueta roja que dice Fake News.

Debido al bloqueo Criminal, no ha sido posible efectuar los pagos de los compromisos con los hospitales de Italia donde se encuentran los niños trasplantados, el Convenio se mantiene, #PDVSA no permitirá se cierren las puertas para seguir brindando atenciones de salud al pueblo. pic.twitter.com/jBN0phqRhN

— Herrera Jiménez (@hherrerajimenez) August 5, 2019
Herrera Jiménez, al igual que Arreaza antes, culpó al bloqueo económico contra el gobierno de Maduro, de impedir que se realicen los pagos a las asociación y los hospitales. Pero las entrevistas que ofreció la directora general de la Asociación para el Trasplante de Médula de Italia (Atmo), Enrica Giavatto, desmiente a la autoridad médica de Pdvsa.

En los próximos días veremos la aparición de más información que señala las culpas de la orden ejecutiva de Trump y de las sanciones aplicadas a funcionarios y testaferros.

Al igual que el fake que intentó imponer la vicepresidenta, otras informaciones del mismo tono encontrarán fundamentos para la credibilidad en la realidad de una orden ejecutiva que aún no termina de ser comprendida por los venezolanos, ni por los administradores de empresas y de bancos en EEUU, que omiten las 25 licencias dictadas por el Departamento de Estado, para castigar a organizaciones, empresas y personas solo por llevar el sello de venezolano.

¿Cómo descubrir, desmentir y contrarrestar las consecuencias de estas Fake News?

Para el equipo periodístico que cubrió estas informaciones, en términos procedimentales, el primer paso de verificación es no dar por ciertas declaraciones, publicaciones ni consecuencias, independientemente de las fuentes de las que provienen. Si la vicepresidenta de una nación acusa a la gestión de otro gobierno, la primera acción es contrastar con fuentes oficiales del gobierno acusado, en este caso el usuario en Twitter de la Autoridad del Canal de Panamá @canaldepanama.

En sentido estricto, el tuit de la vicepresidenta no es un fake, el OVFN aclaró en su momento que cuando una fuente autorizada miente es un proceso de desinformación como se evidencia en este análisis.

Observatorio Venezolano de Fake News aclara: si una fuente oficial miente, se trata de una farsa u olla política, no es fake news, conceptualmente entendida como falsificación de una noticia o mensaje ficticio presentado como algo real en redes. pic.twitter.com/H4iQCwxBD9

— Observatorio Venezolano de Fake News (@ObservatorioFN) 10 de agosto de 2019
Para confirmar las informaciones sobre el convenio para trasplantes de médula ósea y las posibles consecuencias de las sanciones del gobierno de Estados Unidos a funcionarios del gobierno de Nicolás Maduro, el periodista a cargo de la investigación acudió de manera directa y en forma exclusiva a la fuente viva responsable del programa a través del que se ejecutaba el convenio.

En ambos casos la clave para difundir con rigurosidad la información correcta fue el contraste pertinente y necesario de las fuentes de información.

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