A finales del pasado mes de octubre circuló por redes sociales y por mensajería instantánea WhatsApp una imagen con un supuesto cronograma de racionamiento eléctrico para el estado Carabobo.

La imagen tiene créditos del diario –ahora medio digital- El Carabobeño y habría sido elaborada por el periodista Alfredo Flores.
Algunos usuarios dieron la gráfica como cierta y la compartieron haciéndola viral sin mayor verificación; otros más escépticos indagaron un poco más y se dieron cuenta de que Corpoelec no ha publicado ningún cronograma de racionamiento.
En efecto, al realizar una búsqueda avanzada en Twitter con las palabras “cronograma racionamiento eléctrico” y la cuenta oficial de la Corporación Eléctrica Nacional para el estado Carabobo (@CorpoelecCar), esta no arrojó resultado.
la misma búsqueda se realizó en Google. Devolvió una serie de resultados, pero ninguno que indicara que sí había un cronograma de racionamiento.
En consecuencia se viralizó la misma imagen, pero con un sello rojo que dice FALSO.

Ahora bien, ¿es realmente falsa la imagen? O peor aún, ¿está incurriendo un medio reconocido como El Carabobeño en una práctica de desinformación?
La respuesta la da la misma herramienta de búsqueda avanzada en Twitter, esta vez con la cuenta @el_carabobeno.
Esta búsqueda sí arrojó resultados: El más reciente data de 2019, y se trató de un político local “exigiendo un cronograma de racionamiento”, precisamente.
Más abajo, en el timeline de El Carabobeño, se observa un tuit con la imagen en estudio. Fue compartido el 28 de abril de 2016.
La infografía sí fue elaborada por El Carabobeño, pero cuatro años atrás.
Por lo tanto, no estamos en presencia no de una imagen falsa, sino descontextualizada por usuarios que, ya sea por desconocimiento, error o por oscuros intereses, hicieron pasar la imagen como actual ya sea para promocionar un cronograma de racionamiento que no existe en la actualidad o, peor aún, para enlodar el buen nombre del principal medio informativo del centro de Venezuela.
Desde el Observatorio Venezolano de Fake News hacemos un llamado a desconfiar, a no caer en el impulso de compartir contenidos sin un mínimo de verificación a través de herramientas disponibles para todos como Google o la búsqueda avanzada de Twitter, que es sencilla de utilizar. Porque sin querer se podría contribuir a dañar la reputación de una persona o de una empresa o, como en este caso, de un medio de comunicación. Pero más grave que eso, se incurre en la difusión de información falseadas, y en este caso, descontextualizada.