Venezuela es tierra fértil para estafadores digitales y delincuentes online

Los delitos informáticos están de moda en el país. Para los especialistas en el tema, la migración forzada de los usuarios al manejo de dinero digital ha logrado que los delincuentes diversifiquen sus mecanismos de robo

Qué se iba a imaginar Valentina que la Ana que le escribía era esa de la que todo el mundo hablaba, de la que había que cuidarse “porque robaba a la gente” y no su amiga, la que días antes le había contado que cambiaría de número telefónico. Un simple mensaje con la frase: “Hola, soy Anita. Tengo un problema y estoy vendiendo dólares”, fue la treta para que perdiera 80 dólares a través de una de las modalidades de estafa digitales más populares en Venezuela. 

El 30 de abril de 2021 Valentina, una caraqueña de 65 años, sufrió esta estafa de la que aún no se repone económicamente, pero en Venezuela el phishing -término con el que se les conoce a las técnicas informáticas para estafar a una víctima haciéndose pasar por un servicio o persona para manipular sus datos- se instaló desde 2016 en Venezuela.

Y llegó a para quedarse, tanto que el mismo Douglas Rico, director del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (CICPC), pidió en una rueda de prensa en julio del 2020 cuidarse de personas que desde números desconocidos escribían ofreciendo dólares. Las estafas digitales son mecanismos novedosos y desconocidos para muchos venezolanos, pero no porque no se informe sobre ellos, sino por el escaso acceso a la información en el país.  

Desde enero de 2021 y hasta la primera quincena de mayo de este año, el Observatorio Venezolano de Fake News (OVFN) reportó por lo menos 20 episodios de estafas digitales en redes sociales vistas como concursos falsos de marcas o cadenas de ofertas engañosas. 

Raymond Orta, abogado especialista en delitos informáticos y evidencia digital, explica que durante la pandemia ha habido un incremento de los fraudes informáticos que, asegura, han evolucionado a distintos tipos de aplicaciones de estas técnicas de phishing mediante correos electrónicos y algunas aplicaciones o páginas web. 

“En estos últimos semestres de cuarentena los fraudes informáticos van desde el hackeo hasta las historias de Instagram y han pasado a través de la oferta de cuentas en Instagram o son variables que se han venido ofertando con oferta de ventas de divisas, de equipos móviles, o equipos tecnológicos de alta demanda, todo ello desde la suplantación de identidades”, explica Orta. 

Melanio Escobar, director de la organización Redes Ayuda, recuerda que en la realidad venezolana estas estafas provienen de cárceles y son controladas por líderes negativos, pero su popularidad responde a diferentes factores: “Ya las personas no tienen nada de valor encima que se pueda robar, por eso han bajado los atracos… Ahora gracias al éxodo y las remesas, la economía interna y externa del país ha obligado a que las personas trabajen con dólares que se mueven de manera digital en cuentas y mediante transferencias”.

Ante este escenario, en Venezuela se trata de una mutación de los delitos que se adapta a la realidad actual y expone a las poblaciones más vulnerables.

Migración del delito

“La mayoría de las personas tiene claves sencillas y cualquiera con una capacidad mínima de análisis puede dar con ellas”, es la aseveración de Melanio Escobar, director de Redes Ayuda, asociación dedicada a velar por los derechos de los usuarios en el mundo digital.

Escobar explica que se trata de ingeniería social, adivinar claves sencillas usando información albergada en perfiles de redes sociales como Facebook. 

Al respecto, Orta aclara que es el hackeo de cuentas personales en redes sociales el mecanismo sobre el que se sostienen las estafas en este momento en Venezuela y que la mayoría de estos concursos y enlaces falsos buscan captar datos personales de los usuarios para atinar a las claves secretas.

“Un 30% de los usuarios de internet utiliza determinados tipos de pasword repetidos que son fáciles de recordar y al final forman parte de los llaveros virtuales que utilizan los ciberdelincuentes para tratar de hackear nuestras cuentas”, explica Orta.

Sobre la vulnerabilidad de los venezolanos ante este flagelo digital, Escobar cree que la migración del delito a plataformas digitales se debe a que todos los venezolanos han migrado a estas mismas plataformas y allí es donde ahora se mueve la economía.

“Hay ciertos factores que han obligado a que los venezolanos migren de forma forzada a las plataformas digitales. Han abandonado las radios, la televisión, los periódicos porque no existen, porque las radios están controladas por el Estado y la televisión no informa, entonces fuimos forzados a pasar a la era digital de un día para otro”, apunta el también periodista.

Para Escobar la vulnerabilidad de los venezolanos viene de la cantidad de personas de la tercera edad que tienen el manejo de remesas en sus manos y no han tenido la instrucción para discernir entre lo que es estafa y lo que no. 

Otra característica de esta clase de delitos que especifican los expertos es la oportunidad de pescar víctimas a través de la masificación y propagación del método de estafa. Un claro ejemplo de ello es un concurso falso de la marca deportiva Adidas que circuló el pasado 11 de mayo mediante una cadena de WhatsApp en la que se compartía un link con una encuesta para llenar con datos personales.

El fraude se ejecuta cuando los delincuentes acceden a esta información personal y procuran con diferentes tretas que la persona tras el teléfono o correo realice depósitos o transferencias. Y, aunque los mecanismos son múltiples y hay técnicas de estafa como los archivos malignos o ransomware, cualquiera podría ser evitado con medidas mínimas de seguridad digital.

Estafas y fake news

Orta relaciona las noticias falsas con las ofertas engañosas o la publicidad de amenaza. En este sentido, refiere que hay sitios web listos para hacer campañas engañosas y manipular al usuario desde ofertas irreales. 

“Este tipo de sitios de fake news, que buscan atraer tráfico, por lo general pueden estar acompañados en los scrip de navegación con la apertura de publicidad engañosa en la que se hace temer al usuario sobre algún virus para que acepten que se pueda accesar a cualquier sitio”, apunta el experto en informática forense.

En cambio, Escobar cree que organizaciones y medios que trabajan el tema digital deberían encontrar las formas para penetrar en los sectores más vulnerables, como el de los adultos mayores, para que no sean víctimas y conozcan el uso de internet, sus riesgos y las formas de prevenir este tipo de ataques.

“La realidad es que no tenemos la capacidad de abordar a todo el sector venezolano, sobre todo a los adultos mayores que son una población tan difícil de educar de una manera pedagógica sencilla y que les llegue… Somos particularmente vulnerables”, aclara el fundador de Redes Ayuda.

El phishing

Se trata de una técnica de fraude cibernético que usa el engaño para manipular a quienes caen y lograr que revelen información confidencial.

De acuerdo con los expertos se trata de una de las formas de estafa más antiguas y usadas en internet y usa redes sociales, aplicaciones de mensajería o correos para ser ejecutada

De acuerdo con el portal de seguridad digital Avast.com, un ataque de phishing tiene tres componentes:

1. Se ejecuta mediante comunicaciones electrónicas, como un correo electrónico o una llamada de teléfono.

2. El atacante se hace pasar por una persona u organización de confianza.

3. Buscan conseguir información personal confidencial, como credenciales de inicio de sesión o números de tarjeta de crédito o de documentos personales.

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