Tratamiento para COVID-19: pruebas y descartes

Ni infusiones de eucalipto ni pastillas de hidroxicloroquina son remedios eficaces para combatir la enfermedad causada por el nuevo coronavirus, la COVID-19. Así lo ha indicado y demostrado la Organización Mundial de la Salud, cuyas pruebas para encontrar un tratamiento eficaz se concentran en el ensayo clínico internacional llamado Solidaridad.

“El ensayo compara opciones de tratamiento con la norma asistencial para evaluar la eficacia relativa de cada una de ellas frente a la COVID‑19. Mediante la participación en el ensayo de pacientes en múltiples países, “Solidaridad” tiene por objeto descubrir con rapidez si alguno de los medicamentos estudiados retrasa la progresión de la enfermedad o mejora la tasa de supervivencia. Podrán incluirse más medicamentos en el ensayo en función de los datos que vayan apareciendo sobre ellos”, explica la OMS al respecto.

Hidroxicloroquina y lopinavir/ritonavir: descartados

Dentro de los hallazgos más recientes, el grupo que dirige Solidaridad recomendó a la OMS interrumpir las pruebas de tratamiento con hidroxicloroquina y lopinavir/ritonavir, sugerencia que fue aceptada por la organización y desde el pasado 4 de julio estos fármacos están excluidos de las opciones de tratamientos para COVID-19 en pruebas. 

La suspensión de dichos medicamentos se debió a que su uso no demostró reducción de la mortalidad ni disminución significativa de los síntomas que en pacientes hospitalizados por COVID-19. Si bien no hay pruebas suficientes que relacionen el consumo de estos fármacos con un aumento de la mortalidad, los estudios realizados mostraron indicios de posibles efectos adversos.

“Mientras no haya pruebas suficientes, la OMS advierte que los médicos y las asociaciones médicas no deben administrar estos tratamientos no probados a pacientes con COVID‑19 ni recomendarlos a personas que se automedican con ellos. La OMS está preocupada por informes sobre personas que se automedican con cloroquina y que se están ocasionando daños graves”, resalta la organización.

Sin embargo, los directivos del citado ensayo clínico no descartan una posible evaluación de los efectos de la hidroxicloroquina y de la combinación lopinavir/ritonavir en pacientes no hospitalizados, como tratamiento preventivo previo o posterior al contagio de COVID-19.

Remdesivir e interferón β-1a: en prueba

Las opciones terapéuticas que actualmente cuentan con el respaldo de la OMS son remdesivir e interferón β-1a. “La selección inicial se basó en datos probatorios obtenidos en estudios clínicos, estudios en animales y pruebas realizadas en laboratorios”, detalla la organización.

El remdesivir es un fármaco que ha sido probado con éxito como tratamiento para combatir el ébola. Los estudios hechos con este medicamento en animales para tratar el síndrome respiratorio de Oriente Medio (MERS‑CoV) y el síndrome respiratorio agudo severo (SARS), enfermedades causadas también por coronavirus, arrojan resultados esperanzadores, lo que sugiere que su uso podría tener algún efecto positivo en pacientes con COVID‑19. El interferón beta‑1a, por su parte, se utiliza para tratar la esclerosis múltiple.

No obstante, la OMS hace énfasis en que la administración de estos fármacos en pacientes con COVID-19 debe tener en cuenta patologías subyacentes como: asma, enfermedades pulmonares crónicas, diabetes, enfermedades cardíacas y enfermedades hepáticas crónicas, así como VIH y tuberculosis.

foto cortesía: gaceta médica

Referencias

Organización Mundial de la Salud, 2020. Ensayo clínico “Solidaridad” sobre tratamientos contra la COVID-19. [Documento en línea]. Disponible haciendo click aquí

0 Shares:
Te podría interesar