Reseña del libro El periodismo ante la desinformación (II)

En la entrega anterior reseñamos el contenido de los dos primeros capítulos del libro digital El periodismo ante la desinformación, publicado recientemente por la Fundación Gabo. El texto reúne las reflexiones planteadas en seis actividades desarrolladas durante la octava edición del Festival Gabo, que se celebró de manera virtual entre el 25 de noviembre y el 15 de diciembre de 2020, debido a la pandemia por COVID-19.

Los capítulos 1 y 2, titulados “¿Qué es la desinformación?” y “Desinformación y democracia”, introducen al lector en las definiciones que se han hecho sobre la desinformación, cómo funciona y qué tipos hay, al tiempo que enumera recomendaciones y herramientas para que medios y periodistas combatan de una manera más eficaz este fenómeno de la era de la posverdad. La reseña sobre estos la publicamos aquí.

Los siguientes tres capítulos versan sobre cómo se puede investigar la desinformación, qué deben tener en cuenta los medios para fidelizar audiencias y crear contenidos que conecten con estas y, finalmente, explicar por qué los periodistas de estos tiempos deben cubrir temas relacionados a la tecnología desde un enfoque más humano.

Investigar para combatir mejor la desinformación

Jean-François Fogel, asesor de medios, participó en el Festival Gabo en el ciclo de conferencias titulado “¿Puede el periodismo combatir la desinformación?”. Quienes asistieron a su presentación le preguntaron cuál es la técnica más efectiva para combatir la desinformación. Fogel planteó esta máxima: investigar para conocer cómo se construye la desinformación es más efectivo que simplemente exponerla o denunciarla.

“Denunciar la desinformación no es tan efectivo, porque ustedes no pueden entrar en estos lugares donde líderes de opinión, medios y público comparten la misma visión equivocada. No es el territorio donde hay que estar. Es mucho mejor entender qué hay detrás de la desinformación; ver de dónde sale la noticia falsa; cuál es el contexto que hace que sea interesante para ciertas personas la circulación de esta información; y seguir el camino de la noticia falsa”, dijo el experto.

Intereses, orígenes, contexto y trayectoria de la desinformación constituyen los elementos básicos para investigarla, según la periodista brasileña Patrícia Campos Mello, quien dictó la clase magistral “Investigar la desinformación”. A su juicio, los periodistas deben cumplir el rol de informar a la población cómo quienes buscan desinformar organizan campañas para distribuir por redes sociales, internet y utilizando datos personales, información falsa con el objetivo de manipular a la sociedad. “El propósito es causar confusión. Llega un punto en el que las personas ya no saben qué es cierto y qué no. Y después ya ni les importa”, explica Campos.

Medios, audiencias y contenidos

En el tercer capítulo se recogen las reflexiones de Fogel y Renata Cabrales sobre cómo funcionan, o deberían funcionar, los medios que las audiencias prefieren. En un mundo cada vez más fragmentado, “la  idea del medio que da la misma información y que vale para todos es algo que ya no existe”, asegura Fogel. A su juicio, los medios que ofrecen contenidos de interés para sus audiencias específicas, y no para todo el mundo, son los que pueden alcanzar la fidelización de sus usuarios y, por tanto, lograr su credibilidad, llegando incluso a crear un vínculo de comunidad con su público.

Al respecto Cabrales, periodista colombiana, sostiene que el rol de los medios en estos tiempos de posverdad y desinformación viral no consiste solo en informar, sino que es necesario “conocer, entender y empoderar a la ciudadanía para la convivencia y el cambio social”. En el taller “Convivencias en red entre organizaciones y ciudadanía”, la especialista en medios digitales ofreció tres claves para fortalecer la relación entre medios y ciudadanía. Para quiénes, con qué y con quiénes son las preguntas básicas que los periodistas líderes de medios deben plantearse, asegura. 

“Si antes lo que más nos importaba era el qué, ahora lo primero que debemos hacer es preguntarnos para quiénes hacemos lo que hacemos. Eso implica que los conozcamos muy bien, no solo desde el punto de la métrica social, sino también teniendo en cuenta los aspectos psicosociales”, plantea Cabrales. Luego, los contenidos, sus formatos de presentación y canales de difusión deben responder el ¿con qué? y, finalmente, el medio debe buscar establecer alianzas con otros medios u organizaciones que compartan sus mismos valores para fortalecer el vínculo con su comunidad de lectores.

Informar sobre la tecnología desde su uso humano

El quinto y último capítulo del libro reúne las reflexiones que Jordi Pérez Colomé, reportero de la sección de tecnología de El País de España, hizo durante su clase magistral “Por qué la tecnología necesita más periodismo”. “La tecnología ha dejado de ser una cosa para convertirse en muchas otras cosas (internet, computador, celulares inteligentes, web, online, digital, etcétera)… Eso tiene unas consecuencias y es ahí donde aparece el trabajo que hacemos los periodistas”, enfatiza el autor.

De acuerdo con Colomé, cubrir noticias sobre el uso que hacen las personas de la tecnología, más que de esta última en sí, es la clave. “La parte de los gadgets o los aparatos son importantes, pero luego hay otros temas como, por ejemplo, gente defendiendo los derechos del aborto en TikTok. Eso es un tema referente a la cultura, es una historia de tecnología”, pone como ejemplo. Esto constituye otro nivel de la alfabetización tecnológica en el que el periodismo puede aportar mucho.

Algunos de los enfoques tecnológicos que Colomé propone en la cobertura sobre temas de interés público son los siguientes: en política, informar acerca de cómo funcionan las fake news en tiempos de campañas, así como el uso de bots por parte de actores políticos para promover sus anuncios. Sobre crimen, hablar de armas inteligentes/3D, ciberguerra, ciberterrorismo y secuestro de datos. En asuntos de cultura, contar historias sobre las nuevas narrativas digitales, así como los usos que la gente hace de TikTok, YouTube, videojuegos y hasta de memes.

El libro finaliza con tres grandes reflexiones sobre los principales desafíos del periodismo en nuestros tiempos: estudiar muy bien a las audiencias para poder generar un vínculo a largo plazo con ellas, así como llevarles información verificada, de calidad e innovadora; hacer periodismo con transparencia y “claridad moral”, además de preocuparse por investigar a fondo cómo se crea y cómo opera la desinformación; y, finalmente, mantener la responsabilidad, la independencia y el desinterés personal como pilares del ejercicio periodístico. “El periodismo es una voz distinta porque es la única voz responsable, independiente y desinteresada en una sociedad”, apunta Fogel.

Referencia

-Heb, Agustina y otros. (2021). El periodismo ante la desinformación. Fundación Gabo. Cartagena de Indias, Colombia. [Documento en línea]. Disponible en: https://fundaciongabo.org/es/recursos/publicaciones/fundacion-gabo-lanza-libro-digital-el-periodismo-ante-la-desinformacion

0 Shares:
Te podría interesar