Argelia Ferrer, periodista fundadora de la cátedra de periodismo científico en la Universidad de Los Andes (ULA), escribió para el Observatorio Venezolano de Fake News un artículo titulado Periodismo científico en tiempos de pandemia (1 y 2). El texto describe la importancia que tiene la comunicación responsable, con sentido orientador y alcance masivo, en la lucha contra la propagación del nuevo coronavirus y la COVID-19.
“Definimos el periodismo científico como una especialización que se dedica a la información y análisis de las novedades del mundo de la ciencia, la tecnología y la innovación, a través de los medios de comunicación, que se expresa mediante diferentes géneros y formatos propios del periodismo”, señala Ferrer, al tiempo que añade las funciones que cumple este tipo de periodismo: informativa, educativa y orientadora en el debate público sobre los asuntos científicos.
Apunta Ferrer que la pandemia por COVID-19 constituye una “oportunidad de oro” para que el periodismo científico cumpla, además de su principal función informativa, una labor educativa orientada a acercar a las personas al mundo de la ciencia, sus dinámicas y procedimientos. Que si algo bueno quede de esta pandemia en el campo del periodismo sea aumentar el interés de la humanidad por la ciencia en detrimento de las pseudociencias.
Las fuentes y los hechos
El periodismo no existe sin fuentes de información. En asuntos científicos, las fuentes expertas y las oficiales son fundamentales para la construcción de noticias, pero su utilidad se pierde sin la labor de análisis, contraste y contextualización que deben cumplir los periodistas.
Ferrer destaca que en Venezuela la opacidad y las contradicciones en el manejo de la información oficial sobre la pandemia constituyen obstáculos para el periodismo científico. Así mismo, el descrédito de las autoridades políticas hacia los científicos aumenta la desconfianza de la población sobre lo que unos y otros dicen acerca de la pandemia.
Sin embargo, los hechos son irrefutables, y son ellos los que permiten al periodismo demostrar la veracidad o falsedad de lo que señalan las distintas fuentes informativas. Es función irrenunciable del periodista presentar a la ciudadanía lo que dicen las fuentes oficiales y expertas junto a lo que efectivamente ocurre respecto de esa información.
“Un ejemplo es la noticia sobre el llamado que hizo el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente de Venezuela, Diosdado Cabello, a investigar a los miembros de la Academia de Ciencias Físicas, Matemáticas y Naturales, por causar alarma con un informe donde se proyectaba que entre junio y septiembre de 2020 podría haber entre un mil y cuatro mil casos positivos diarios en el país. Tres meses después, el 19 de agosto, la Vicepresidencia de la República reportó 1171 nuevos casos”, recuerda Ferrer.
Recomendaciones para informar sobre pandemias
La definición de infodemia la hemos incluido en varios artículos publicados por el OVFN, pero en tiempos de pandemia siempre conviene recordarla. “Las infodemias son una cantidad excesiva de información sobre un problema que dificulta encontrar una solución. Durante una emergencia de salud, las infodemias pueden difundir errores, desinformación y rumores. También pueden obstaculizar una respuesta efectiva, así como crear confusión y desconfianza en las personas con respecto a las soluciones o los consejos que se plantean para prevenir la enfermedad”, señala la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Argelia Ferrer ofrece en su artículo algunas recomendaciones para periodistas que son útiles para lidiar con el exceso de información sobre la pandemia y saber transmitir términos y conceptos científicos de difícil comprensión para el ciudadano común. “Hay que saber dar una información inteligente y al mismo tiempo inteligible”, dice al respecto Manuel Calvo, fundador del periodismo científico moderno en Iberoamérica.
1. Contrastar permanentemente las informaciones de fuentes oficiales gubernamentales con fuentes expertas, pero no solo para evidenciar contradicciones, sino con el objetivo principal de demostrar con la referencia a hechos la veracidad o certeza de lo que dicen las fuentes.
2. “Las redes desplazaron al periodista profesional como suministrador casi exclusivo de información noticiosa a los ciudadanos”, apunta Ferrer. Ante esto, la labor del periodista no es competir en una carrera por el trofeo de la primicia, sino dejar el mero rol de suministrador de información y cumplir sin falta el de seleccionador y verificador ante el océano de contenidos que se generan y difunden de forma viral.
3. Aunada a la labor de selección y verificación está la de contextualización. Las cifras no significan nada sino están contextualizadas. Frente a un océano cuyas aguas repletas de información global llegan a las orillas de todo el que tenga acceso a él, resulta esencial que el periodista contextualice esa información en función de las necesidades de sus audiencias, tomando en cuenta el lugar en el que habitan y las características de la realidad en la que viven.
4. Demostrar con hechos la falsedad o falta de evidencias de lo que dicen las pseudociencias, las teorías conspirativas y los “negacionistas” de la pandemia.
5. Finalmente, citando la guía Como informar sobre brotes o pandemias (2009), Ferrer señal la importancia de entregar a las audiencias “el correcto significado de las palabras que escucharán y leerán con frecuencia. Por ejemplo, una ‘pandemia’ significa que una enfermedad se ha extendido a escala mundial, no necesariamente que es mortal”, destaca. Otro recurso útil y de publicación más reciente para periodistas que informan sobre la actual pandemia es el documento COVID-19. Consejos para informar. Guía para periodistas (2020), elaborado por la OPS.
“En tiempos de pandemia, el periodismo científico está llamado a tratar los temas de ciencia y salud con precisión, claridad, independencia, honradez, integridad, así como con rigor, exactitud, veracidad, competencia, ética y responsabilidad. Solamente la educación puede hacer de los ciudadanos la tierra fértil donde germinen los mensajes elaborados para el conocimiento y la prevención de esta y cualquier plaga que azote a la humanidad”, finaliza Ferrer.