Geopolítica, virus y posverdad

A la par de la pandemia por el nuevo coronavirus se ha generado una infodemia, término definido por la Fundación del Español Urgente como “sobreabundancia de información (alguna rigurosa y otra falsa) sobre un tema” (Fundéu, 2020). Pero el uso político del virus que causa la enfermedad COVID-19 también forma parte de las corrientes de tergiversación y manipulación de la realidad que circulan en tiempos de epidemias. Nada nuevo, solo que ahora esta estrategia puede enmarcarse dentro de la llamada era de la posverdad.

La posverdad es un término que fue acuñado en 1992 por el escritor serbio Steve Tesich, en un artículo sobre la primera Guerra del Golfo publicada en la revista The Nation. Sin embargo, la práctica a la que alude el término es tan antigua como los orígenes de la manipulación política. “Con el neologismo post-truth se denomina en inglés a lo relativo a las circunstancias en las que los hechos objetivos influyen menos a la hora de modelar la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal” (Fundéu, 2017).

De la “gripe española” al “virus chino”

La epidemia de gripe que causó la muerte a más de 50 millones de personas entre 1918 y 1920 pasó a la historia con el infundado nombre de “gripe española”. Aunque los muchos estudios científicos realizados para determinar el origen del virus que causó esa enfermedad no pudieron localizar con seguridad el mismo, ninguno ha tenido siquiera indicios de que se haya originado en España. Los estudios más rigurosos ubican el origen del virus en Kansas, en los Estados Unidos.

Entonces, ¿por qué se le conoce aún hoy como “gripe española”? Algunos autores señalan que se debe a la neutralidad de España durante la Primera Guerra Mundial, postura que permitió la publicación de informaciones sobre la enfermedad sin censura. En contraparte, los países beligerantes omitieron información sobre el contagio de sus tropas con dicha enfermedad por razones estratégicas. En España, por su parte, la enfermedad fue conocida como “gripe francesa”.

Kim Yi Dionne, profesor de ciencia política de la Universidad de California, ha escrito acerca de cómo la politización de enfermedades puede formar actitudes públicas sobre la inmigración. “América tiene una larga historia de exclusión de inmigrantes sobre la base de enfermedades”, afirmó Yi Dionne a la revista Time.

Pero no solo mandatarios de Estados Unidos han etiquetado enfermedades con gentilicios como estrategia política en sus discursos enmarcados en la posverdad. En 1495, los rusos llamaron “enfermedad polaca” a un brote de sífilis, mientras que los polacos lo llamaron “enfermedad alemana”. Lo mismo hicieron franceses e italianos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) evita intencionalmente cualquier posible apodo y aconseja a las personas que hagan lo mismo, debido al posible estigma que puede crearse contra las personas nativas de los países a los que se acusa de haber sido el origen de un virus o cualquier enfermedad.

El Observatorio Venezolano de Fake News rechaza la estigmatización de enfermedades basadas en manipulaciones de la verdad con fines políticos o de cualquier índole. Esta práctica aumenta las probabilidades de crear bulos y noticias falseadas, así como falsas teorías conspirativas.

Referencias

Blanco, P. (2020). La injustamente apodada “gripe española de 1918”. El País (31 de marzo). [Documento en línea]. Disponible en: https://elpais.com/elpais/2020/03/29/hechos/1585471712_168131.html
Little, B. (2020). Trump’s ‘Chinese’ Virus Is Part of a Long History of Blaming Other Countries for Disease. Time (20 de marzo). [Documento en línea]. Disponible en: https://time.com/5807376/virus-name-foreign-history/

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