Desinformación en medio de fallas de los servicios públicos en Carabobo

Los organismos encargados de notificar por qué suceden suspensiones en servicios esenciales como la electricidad o el agua, poco o nada comunican y ello complica la vida cotidiana de la ciudadanía que debe mantenerse a la expectativa.

Vivir sin servicios públicos de calidad en Venezuela, y particularmente en el estado Carabobo, se ha convertido en una constante realidad para los ciudadanos que han olvidado, en muchos casos, cómo era tener agua en los grifos, electricidad a toda hora y gas ininterrumpido en las estufas.

Aún más complicado se ha vuelto conocer la información oficial referida a la interrupción de la luz y el agua, en qué estaciones de servicio habrá gasolina o cuándo despacharán gas doméstico a los hogares. Tampoco se conocen versiones oficiales sobre accidentes que causan daño al ambiente, como los sucedidos en la Refinería El Palito en Puerto Cabello.

La falta de información oficial de los organismos ha crecido en las diferentes regiones del país. Esto va en detrimento de la posibilidad de que la población pueda tomar decisiones y prepararse para cortes eléctricos, de agua, o de temas vinculados con salud y seguridad, por mencionar dos aspectos de la vida cotidiana.

Adicionalmente,  hay pocos medios de comunicación, han ido desapareciendo por falta de papel –como es el caso de periódicos- o debido a la crisis económica que se ha agudizado en el país.

Algunos organismos envían boletines de prensa donde ofrecen algunos detalles de determinadas informaciones, pero no siempre incluyen datos de interés periodísticos y que permitan conocer a fondo lo que sucede o el por qué ocurrió.

Carabobo es un estado gobernado por Rafael Lacava, integrante del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), y 13 de las 14 alcaldías están en manos de esta misma organización política.

Cultura de opacidad

En opinión de la periodista Dhameliz Díaz, conductora del programa radial “Lo creas o no” –transmitido diariamente por Onda 100.9-, los organismos oficiales evaden la responsabilidad de informar porque se trata de una política general de quienes gobiernan. “Informar los expone a la medición de resultados de la gestión”.

Por su parte, Humberto Torres, periodista y coordinador de Transparencia Venezuela en Carabobo, coincide con Díaz en que la desinformación forma parte de una manera instaurada desde el alto gobierno y que se replica en las regiones.

“No creo que la causa fundamental sea la ignorancia o la falta de recursos para hacerlo. Esto tiene que ver mucho con el grado de desinstitucionalización que hay en Venezuela, las instituciones están muy debilitadas, la opacidad es una práctica generalizada desde el alto gobierno”, destacó Torres.

A su parecer, el funcionario en los niveles medios y bajos ve el ejemplo del alto gobierno y observa que no hay ninguna intención de dar información, entonces él también se cierra.

“Por ejemplo el Boletín Epidemiológico, las estadísticas del Banco Central de Venezuela o el presupuesto nacional, es decir, hay información que es muy importante y clásica en cualquier democracia pero desde arriba, desde sus jefes, no ven ese ejemplo y hay una cultura de opacidad”, puntualizó Humberto Torres.

Ardua labor para periodistas

En medio de este complejo panorama de desinformación, el trabajo de los comunicadores sociales se vuelve más difícil porque hallar los datos, la versión oficial, es cuesta arriba.

Si bien es cierto que en Carabobo, numerosas alcaldías, la gobernación y uno que otro organismo, envían notas de prensa con detalles, no siempre abarcan lo que es necesario conocer sobre distintas noticias.

Frente a este panorama, se concreta la máxima de que a falta de versión oficial, abundan los rumores y especulaciones. “La desinformación tiene el caldo de cultivo en la opacidad (…) Hay algunos actores, pueden ser políticos, económicos o sociales, tratando de imponer matrices de opinión en la sociedad y el periodista no tiene los insumos como para enfrentar o contrarrestar esa información”, explicó el representante de Transparencia Venezuela en Carabobo. 

Propaganda oficial

Yván Serra, politólogo y profesor de la Universidad de Carabobo, consideró que la información que emana desde el gobierno, en sus distintas instancias, es propaganda política y, como tal, “siempre es unidireccional”.

“Partimos de la idea de que este gobierno trabaja en base a intereses políticos partidistas y no en función de Estado (…) Twitter es manipulado a través de bots y robots, todo un equipo de rebotadores y replicadores, que permite permanentemente que sean cadena de Estado”, afirmó Serra.

Asimismo, agregó que si se parte de que el propósito no es informar de manera abierta, lo que hacen público está sesgado. “En la medida en que el país se deteriora, y las noticias negativas superan a las positivas, se cierra toda información de gestión integral”.

De igual manera, el politólogo señaló que los organismos oficiales informan sobre las actividades que realizan, por ejemplo, los entes públicos refieren las labores de mantenimiento en las diversas jurisdicciones; los cuerpos de seguridad hablan de los operativos y arrestos.

Agua

Al menos desde hace una década -2010- diversas organizaciones no gubernamentales han llamado la atención sobre el deterioro de la calidad del agua que se recibe en el área metropolitana de Valencia.

Sin embargo, el mayor problema lo constituye la escasez de agua que se ha acrecentado y que se vuelve un drama en medio de la pandemia por COVID-19. La higiene personal, de hogares y recintos diversos, se ve comprometida por la carencia del servicio que administra la empresa hidrológica estadal Hidrocentro.

Al revisar las redes sociales de Hidrocentro se observa que con frecuencia se omite información sobre las demoras en la prestación del servicio, bien sea por trabajos planificados como por situaciones accidentales.

sección de noticias del portal web de hidrocentro

Electricidad

Sobre los cortes eléctricos, Dhameliz Díaz dijo que se desconoce si los problemas de racionamientos de este sector obedecen a la falta de mantenimiento del sistema eléctrico nacional.

En este sentido, indicó que desde la Comisión de Energía Eléctrica del Centro de Ingenieros del estado Carabobo han referido que hay una calamitosa situación por falta de mantenimiento y gas de las seis plantas termoeléctricas que deberían ser una alternativa en el suministro del servicio en la céntrica entidad federal.

Al fallar plantas que proveen de energía eléctrica se han vuelto a experimentar fallas de tres horas, en promedio diario, en distintos sectores del área metropolitana de Valencia, capital de Carabobo.

“Además hay cortes eléctricos si llueve o hay inestabilidad del clima (…) Es probable que esa orden que tenían –desde Corpoelec- de informar la administración de las cargas, racionamiento es el término correcto, están expuestos porque, inclusive cuando anuncian que harán un mantenimiento mayor, y suspensión del servicio eléctrico, les cuesta cumplir una programación, de manera que quedan expuestos”, explicó Díaz.

Joven intentado conectarse en medio de un apagón. Foto cortesía.

Otros servicios

Respecto a servicios como el gas doméstico, cuya falla se acrecentó desde el inicio de la cuarentena por la pandemia causada por la COVID—19, se observa que el funcionario regional a cargo de la administración de la empresa Gas Drácula, José Parada, hace esfuerzos por anunciar la planificación del organismo.

gas drácula. foto cortesía: ciudad valencia

Sin embargo, en la práctica, la falta de producción de gas en plantas como la del Complejo Petrolero, Petroquímico e Industrial “José Antonio Anzoategui”, en Anzoátegui, y en la Refinería El Palito, en Puerto Cabello, y que mantienen solamente una producción de 20 % – de modo intermitente- de lo que se requiere a nivel nacional, ha dejado a buena parte de la población sin el servicio desde hace más de tres meses en zonas urbanas y rurales de Carabobo.  

En otra área, como el ambiente, se carece de información oficial robusta que explique por qué ocurren derrames de hidrocarburos, como los recientes de principios del mes de agosto y que afectaron las costas de los estados Carabobo y Falcón.

Solamente el Ministerio de Ecosocialismo (Minec) produjo un comunicado donde reconoció que limpiaban el hidrocarburo del mar y costas, pero no han informado qué clase de producto y cuánta cantidad se vertió en el agua, así como de quién es la responsabilidad del accidente que levantó las opiniones de especialistas, académicos y ambientalistas.

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