Boletín del Observatorio Venezolano de Fake News #39










 

 

Boletín del Observatorio Venezolano de Fake News

 

Somos el Observatorio Venezolano de Fake News, proyecto impulsado por Medianálisis con un equipo profesional multidisciplinario con presencia a lo largo del territorio nacional. El Observatorio de Venezolano de Fake News cuenta con una plataforma para desmentidos en Twitter @ObservatorioFN y con un portal temático fakenews.cotejo.info en el cual presentamos trabajos en profundidad sobre las fake news. El OVFN, Medianálisis y Cotejo.info, primer medio de fact-checking de Venezuela, contribuyen con un mejor periodismo para la democracia.

 

Nuestro boletín informativo tiene una frecuencia semanal y es distribuido por WhatsApp y vía correo electrónico los días viernes. En él se presenta una relación de los fake news analizados con refuerzo teórico y orientación para los procesos de verificación, especialmente concebida para apoyar a estudiantes de comunicación social, docentes y periodistas, capacitándolos para enfrentar las fake news.

 

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Fake-análisis: No basta con el logo

 

Imagen de Crónica Global

El Observatorio Venezolano de Fake News ha detectado que muchas de las recomendaciones que supuestamente son emitidas por la UNICEF y la OMS sobre la pandemia del coronavirus y que están circulando por sistemas de mensajería como WhatsApp y redes sociales, resultan falsas. Se valen del prestigio de estas organizaciones para además promover recomendaciones que son mentiras: comer helado no te pone más en riesgo al COVID-19 y exponerte al sol tampoco lo mata. Y, por supuesto, hacer gárgaras con sal no te ayudará en nada.

Genera confianza. Nos dice que en esta organización sí que podemos creer. El logo de una institución nos da cuenta de la historia que tenemos con ella, de lo que creemos. Por eso la suplantación de identidad en tiempos de crisis puede ser un hecho grave, especialmente si la gente no entiende o no se da cuenta cuándo es usado como parodia, que suele ser el uso permitido más conocido. Porque una parodia, cuando pierde el contexto, también es fake news. Ha pasado en Venezuela reiteradamente con la primera página del diario El Nacional sobre el 4 de febrero de 1992, que con sus exageraciones es una parodia creada por la web de humor El Chigüire Bipolar.

Pero el caso más grave no es el de la parodia, sino el de la suplantación de identidad hecha para engañar, que en el mundo actual puede ser promovida por individuos o por laboratorios de información con algún interés oculto.

La mentira y la propagación de información falseada no son producto de internet ni de la mensajería instantánea. El telégrafo ya se usaba para propagar información falsa con fines económicos. La suplantación de la identidad es también tan antigua como la humanidad (el dios Zeus usurpó la identidad de Anfitrión para tener amoríos con la humana Alcmena, por ejemplo). Y ha sido útil en numerosas novelas y películas de intriga como El talentoso señor Ripley de Patricia Highsmith.

A diferencia de la parodia, que suele ser protegida por el derecho a la libertad de expresión, la usurpación de identidad para engañar está penalizada de distintas formas, incluso en las plataformas digitales como Facebook y Twitter.

Otra forma de usurpación de identidad, esta sí propia de internet es el phishing. Esos correos electrónicos o páginas web falsas que buscan que hagas clic para engañarte y sacarte información personal, frecuentemente, en forma de números de tarjetas de crédito.

¿Cómo protegerse de la suplantación de identidad?

Lamentablemente, con un poco de desconfianza. Entendiendo que en el mundo de la posverdad la desinformación es también una estrategia política y económica, que puede tener detrás intereses (personales o de grupos) que buscan legitimar sus puntos de vista.

Una vieja humorada de internet dice que no puedes saber si del otro lado de la red está un perro. Pero de lo que sí se puede estar seguro en tiempos de fake news es que puede morder.

Referencia 

 

Para estudiar: Geopolítica, virus y posverdad

 

A la par de la pandemia por el nuevo coronavirus se ha generado una infodemia, término definido por la Fundación del Español Urgente como “sobreabundancia de información (alguna rigurosa y otra falsa) sobre un tema” (Fundéu, 2020). Pero el uso político del virus que causa la enfermedad COVID-19 también forma parte de las corrientes de tergiversación y manipulación de la realidad que circulan en tiempos de epidemias. Nada nuevo, solo que ahora esta estrategia puede enmarcarse dentro de la llamada era de la posverdad.

La posverdad es un término que fue acuñado en 1992 por el escritor serbio Steve Tesich, en un artículo sobre la primera Guerra del Golfo publicada en la revista The Nation. Sin embargo, la práctica a la que alude el término es tan antigua como los orígenes de la manipulación política. “Con el neologismo post-truth se denomina en inglés a lo relativo a las circunstancias en las que los hechos objetivos influyen menos a la hora de modelar la opinión pública que los llamamientos a la emoción y a la creencia personal” (Fundéu, 2017).

 

De la "gripe española" al "virus chino"

 

La epidemia de gripe que causó la muerte a más de 50 millones de personas entre 1918 y 1920 pasó a la historia con el infundado nombre de “gripe española”. Aunque los muchos estudios científicos realizados para determinar el origen del virus que causó esa enfermedad no pudieron localizar con seguridad el mismo, ninguno ha tenido siquiera indicios de que se haya originado en España. Los estudios más rigurosos ubican el origen del virus en Kansas, en los Estados Unidos.

Entonces, ¿por qué se le conoce aún hoy como “gripe española”? Algunos autores señalan que se debe a la neutralidad de España durante la Primera Guerra Mundial, postura que permitió la publicación de informaciones sobre la enfermedad sin censura. En contraparte, los países beligerantes omitieron información sobre el contagio de sus tropas con dicha enfermedad por razones estratégicas. En España, por su parte, la enfermedad fue conocida como “gripe francesa”.

Kim Yi Dionne, profesor de ciencia política de la Universidad de California, ha escrito acerca de cómo la politización de enfermedades puede formar actitudes públicas sobre la inmigración. “América tiene una larga historia de exclusión de inmigrantes sobre la base de enfermedades”, afirmó Yi Dionne a la revista Time.

Pero no solo mandatarios de Estados Unidos han etiquetado enfermedades con gentilicios como estrategia política en sus discursos enmarcados en la posverdad. En 1495, los rusos llamaron “enfermedad polaca” a un brote de sífilis, mientras que los polacos lo llamaron “enfermedad alemana”. Lo mismo hicieron franceses e italianos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) evita intencionalmente cualquier posible apodo y aconseja a las personas que hagan lo mismo, debido al posible estigma que puede crearse contra las personas nativas de los países a los que se acusa de haber sido el origen de un virus o cualquier enfermedad.

El Observatorio Venezolano de Fake News rechaza la estigmatización de enfermedades basadas en manipulaciones de la verdad con fines políticos o de cualquier índole. Esta práctica aumenta las probabilidades de crear bulos y noticias falseadas, así como falsas teorías conspirativas.

Referencias

 
OVFN: Tercera semana de abril

 

Durante la tercera semana de abril, que media entre el jueves 16 y el miércoles 22 de abril, el OVFN analizó 30 Unidades Informativas (UI) de las que todas resultaron informaciones falseadas. El detalle sobre los Temas, Actores, Tipos de emisores y Propósitos de las fake news analizadas en la semana se ven en los gráficos. Adicionalmente presentamos un análisis dedicado a las informaciones que se han hecho virales sobre el COVID-19.

Por primera vez durante el tiempo de operatividad del Observatorio Venezolano de Fake News, 100% de las unidades analizadas resultaron informaciones falseadas. De las 30, 21 fueron sobre coronavirus y apenas 4 tuvieron como tema central crímenes y sucesos.

 

 

Durante esta semana hubo variedad de actores en los bulos que circularon. Las categorías de Funcionarios de organismos multilaterales y funcionarios de otros gobiernos; Funcionarios gubernamentales, representantes del sector público; y Personalidades públicas, registraron seis fake news cada una.

 

 

Continúa la tendencia identificada por el OVFN de registro mayoritariamente de usuarios reales como emisores de informaciones falseadas, esta semana con más de 70% de la unidades analizadas. El segundo lugar de mayor incidencia son los usuarios creados para la ocasión, en este periodo con apenas 5 de las 30 informaciones estudiadas.

 

Desinformar sigue siendo el objetivo de más de la mitad de las informaciones falseadas que registró el OVFN esta semana. En tiempos de pandemia, los errores de emisor ocupan el segundo propósito con mayor registro, con solo 5 de las 30 unidades estudiadas.

 

 

Fake news sobre coronavirus

 

 

 

 

El Observatorio Venezolano de Fake News registró durante la sexta semana de cuarentena nacional, que el coronavirus sigue siendo el tema de mayor incidencia para la difusión de informaciones falseadas, este periodo con 70% del total. De las 21 unidades identificadas, solo 2 circularon en Twitter, el resto tuvo su impacto en WhatsApp, que se mantiene por una gran diferencia como la plataforma más popular para la viralización de falsedades sobre la pandemia. Los actores de los bulos sobre el COVID-19 de esta semana fueron, con mayor frecuencia, las categorías de Funcionarios de organismos multilaterales y funcionarios de otros gobiernos; y ONG y sociedad organizada, con 5 registros cada una.

 


 

 

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